Me puse a pensar bastante en este asunto del punto de vista y en lo que me pasa a mí con el lugar y con el clima que fui generando para mis fotos y empecé a pensar en la posibilidad de darle el punto de vista de un amante. Del amante en busca del encuentro amoroso, en la búsqueda de generar un clima de seducción, de encontrar ese rincón oscuro, de generar intimidad. Y eso me llevó a diversos lugares y a buscar distintos referentes. Por un lado, están las películas Último Tango en París y Con Ánimo de Amar. Dos películas cuya dirección de fotografía me encanta, muy especialmente la de Storaro para la primera de ellas. Me interesa mucho cómo trabaja las luces, el color y el sentido que le dan estas luces a los espacios; siento que logra sacarle al lugar todo su potencial erótico. Encontré una construcción de luces cálidas, naranjas, claroscuros y sombras marcadas; algo parecido a lo que yo había planteado para mi aproximación al Matienzo. Si bien muchas de las escenas del departamento ocurren de día y yo quiero hacer el trabajo en la noche del Matienzo, me pareció que el tratamiento del espacio me podía servir de inspiración.
Creo que para construir este enfoque, me falta trabajar más la situación e incorporar algo más sensorial, propio del ámbito de lo sensual. Tengo trabajado el sentido visual en las fotos, pero poco el auditivo y nada el olfativo o táctil o gustativo. Mis fotos no transmiten nada de eso por ahora.Y estos tres últimos sentidos se vuelven primordiales cuando se apaga la luz, son claves para un encuentro pasional. Y quizás incorporarlos podría aportar a mis fotos "la luz" que les niego al hacerlas tan oscuras, al revelar tan poco a la vista del espectador. Entonces, pensé que sería útil trabajar con el Matienzo a la hora de cierre y no a la hora de apertura (como hice la vez pasada); porque al cerrar se incorporan los restos de todo lo que pasó esa noche, el lugar adquiere otra vida. Hay cenizas, platos sucios, etc, etc. Es como que aflora un aroma nuevo que antes no estaba. En la misma dirección, pensé que también me gustaría entrar tanto a la cocina como al baño. Dos lugares que en mi primer acercamiento ignoré por completo y que pueden resultar claves para este nuevo punto de vista.
Por último me interesó también el potencial erótico que pueden tener los objetos. Y pensé en fotografías como estas de Edward Weston, y Ernst Haas:
Si bien estas imágenes tienen otra estética, lo que me interesa es por un lado la textura, que entra dentro de esto que digo que le falta a mí trabajo. Y también, la posibilidad que tienen de actuar como metáforas, como imágenes que recuerdan a dos cuerpos entrelazados. En este sentido, hay algunos objetos que fotografié que me podrían servir si se combinan con las imágenes del espacio. También estuve chusmeando algunas lecturas como para ayudar a definir más este enfoque, pero todavía no tengo nada preciso. Estuve viendo algunos relatos eróticos de Marosa di Giorgio, un cuento de Música de Cañerías y algunos pasajes de El Reposo del Guerrero y de El Amante del Volcán. Proceso en construcción. ¿Sugerencias? ¿Críticas? ¿Más referentes? Son más que bienvenidos. (¿Se supone que uno haga más breves estos textos, no?)