jueves, 31 de marzo de 2011

El Potencial Erótico

 Me puse a pensar bastante en este asunto del punto de vista y en lo que me pasa a mí con el lugar y con el clima que fui generando para mis fotos y empecé a pensar en la posibilidad de darle el punto de vista de un amante. Del amante en busca del encuentro amoroso, en la búsqueda de generar un clima de seducción, de encontrar ese rincón oscuro, de generar intimidad. Y eso me llevó a diversos lugares y a buscar distintos referentes. Por un lado, están las películas Último Tango en París y Con Ánimo de Amar. Dos películas cuya dirección de fotografía me encanta, muy especialmente la de Storaro para la primera de ellas. Me interesa mucho cómo trabaja las luces, el color y el sentido que le dan estas luces a los espacios; siento que logra sacarle al lugar todo su potencial erótico. Encontré una construcción de luces cálidas, naranjas, claroscuros y sombras marcadas; algo parecido a lo que yo había planteado para mi aproximación al Matienzo. Si bien muchas de las escenas del departamento ocurren de día y yo quiero hacer el trabajo en la noche del Matienzo, me pareció que el tratamiento del espacio me podía servir de inspiración.



Creo que para construir este enfoque, me falta trabajar más la situación e incorporar algo más sensorial, propio del ámbito de lo sensual. Tengo trabajado el sentido visual en las fotos, pero poco el auditivo y nada el olfativo o táctil o gustativo. Mis fotos no transmiten nada de eso por ahora.Y estos tres últimos sentidos se vuelven primordiales cuando se apaga la luz, son claves para un encuentro pasional. Y quizás incorporarlos podría aportar a mis fotos "la luz" que les niego al hacerlas tan oscuras, al revelar tan poco a la vista del espectador. Entonces, pensé que sería útil trabajar con el Matienzo a la hora de cierre y no a la hora de apertura (como hice la vez pasada); porque al cerrar se incorporan los restos de todo lo que pasó esa noche, el lugar adquiere otra vida. Hay cenizas, platos sucios, etc, etc. Es como que aflora un aroma nuevo que antes no estaba. En la misma dirección, pensé que también me gustaría entrar tanto a la cocina como al baño. Dos lugares que en mi primer acercamiento ignoré por completo y que pueden resultar claves para este nuevo punto de vista.

Por último me interesó también el potencial erótico que pueden tener los objetos. Y pensé en fotografías como estas de Edward Weston, y Ernst Haas:

Si bien estas imágenes tienen otra estética, lo que me interesa es por un lado la textura, que entra dentro de esto que digo que le falta a mí trabajo. Y también, la posibilidad que tienen de actuar como metáforas, como imágenes que recuerdan a dos cuerpos entrelazados. En este sentido, hay algunos objetos que fotografié que me podrían servir si se combinan con las imágenes del espacio. También estuve chusmeando algunas lecturas como para ayudar a definir más este enfoque, pero todavía no tengo nada preciso. Estuve viendo algunos relatos eróticos de Marosa di Giorgio, un cuento de Música de Cañerías y algunos pasajes de El Reposo del Guerrero y de El Amante del Volcán. Proceso en construcción. ¿Sugerencias? ¿Críticas? ¿Más referentes? Son más que bienvenidos. (¿Se supone que uno haga más breves estos textos, no?)


miércoles, 30 de marzo de 2011

Primera Consigna

    Bien, antes que nada, me disculpo por subir esta versión de la fotografía con el maldito copyright marcado en cada rinción posible de la imagen . Lo que ocurre es que ya no está en la página del fotógrafo la versión que descargué y cuya copia llevé el lunes. Además, espero poder explicar más articuladamente el por qué encuentro a esta imagen fascinante.
    Dicho eso, voy directamente al grano. Esta es una fotografía de Alex Webb, artista norteamericano que me gusta mucho. Si tuviese que definir la esencia de esta foto en una un par de palabras diría: poder de sugestión. Logrado por una combinación excelente entre lo que se revela y lo que se oculta, un juego de luces y sombras impecable donde se nos muestra lo mínimo indespensale para atraernos y al mismo tiempo dejarnos con ganas de más. Resaltado por la utilización del color en su máxima expresión semántica; tanto en los tres colores alineados del fondo como en los reflejos rojos que tiñen estas siluetas y nos permiten acceder a cierto detalle de estos personajes.
    Para mí, esta es una fotografía inconclusa y polisémica, de final abierto, donde reina la ambigüedad. Y creo que es exactamente ahí donde se vuelve grandiosa y donde entra la poesía. En tanto concibo a la poesía como un arte de la ambigüedad, en continua construcción y donde la producción de sentido se renueva con cada lectura, con cada visionado. Todo está dicho, sí, pero ese todo es un constructo social y, por ende, dinámico. Es una estrctura abierta a la transformación y esto se radicaliza por el hecho de haber sido construida con la mayor economia de recursos posible. Y cada uno de estos factores se cumple al pie de la letra en esta fotografía.
   Esta imagen interpela al espectador, llamándolo a reflexionar sobre sus pensamientos frente al fenómeno de  la otredad desde la óptica de la mirada blanca occidental. Esto es así ya que se nos permite ver sólo lo suficiente como para poder identificar a estas siluetas como personajes típicos en un contexto, pero donde se nos niega la nitidez del rostro, quitándonos también la posibilidad de humanizar a estos personajes que se ven privados de su individualidad. Y en ese sentido, el espectador no tiene más opción que juzgarlos por lo que cree conocer de ellos como parte un amplio conjunto social . A esto se suma además la postura de las siluetas, una postura de desiquilibrio físico que genera extrañeza...una inestabilidad en la imagen que se puede volver quizás amenazadora. Sin embargo, la imagen no aporta un cierre a esta situación, carece de conclusión y es el espectador quien debe otorgarle un sentido y darle un final (o no) en base a su propio bagaje cultural, a su ideología, a su experiencia.

   En cuanto a la teórica de Valansi, rescato lo dicho sobre la relación entre fotografía y belleza. Nunca me había planteado la posibilidad de una relación intrínseca entre ambas y los problemas morales que esto puede generar. Da para reflexionar. Por otro lado, me quedó picando lo de "saber por qué nos gusta lo que nos gusta" que es una cuestión que me vengo planteando a mí mismo desde hace tiempo. Y comparto con él en el hecho de que esta búsqueda es fundamental, pero también veo que las respuestas que voy encontrando son también las más superficiales quizás. Y no veo que esto se malo. Creo que justamente la gracia de esto radica en la búsqueda y en la formulación de preguntas y en la aparición de esa pequeña cadena de respuestas; siento que es el proceso lo que cuenta. Creo que llegar a una última respuesta es una situación utópica y que en caso de alcanzarla, no sólo nos habríamos ahorrado muchos años de terapia, si no que también se nos irían las ganas de hacer, de producir audiovisual. Me gusta esto del blog además, me da una oportunidad para volver a pensar. Y para no hacerla más larga (aunque me parece que ese barco ya zarpó hace rato), me despido.